En astrología, cuando decimos que un planeta está retrógrado, no significa que realmente esté yendo hacia atrás en el cielo, sino que desde la perspectiva de la Tierra, parece retroceder en su movimiento. Este fenómeno ocurre debido a la diferencia de velocidad entre la Tierra y el planeta en cuestión.
Cuando un planeta entra en fase retrógrada, su energía se vuelve más introspectiva. Es como si el planeta en pausa nos pidiera revisar, reflexionar o replantear las temáticas que representa.
Por ejemplo:
- Mercurio retrógrado se asocia con revisiones en la comunicación, tecnología y acuerdos.
- Venus retrógrado puede activar procesos sobre el amor, el valor personal o viejas relaciones.
- Marte retrógrado habla de revisar la forma en que actuamos o gestionamos la energía.
No hay que temerles: los retrógrados son oportunidades para detenernos, pensar y realinear ciertos aspectos de nuestra vida. Se abren procesos profundos que, bien trabajados, pueden darnos claridad a largo plazo.
Además es importante saber que tenemos planetas retrógrados en nuestra carta natal o por tránsitos y progresiones.
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